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“Bajar de peso es como renacer o volver a tener una oportunidad de vivir de una manera muy diferente”

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LÍA

31 años - Bajó: 17kg

Los resultados varían, dependiendo del metabolismo de cada persona

Ni siquiera noté en qué momento exactamente mi cuerpo comenzó a cambiar, a aumentar de tallas. Realmente no notaba que estaba subiendo de peso porque todo el tiempo usaba ropa deportiva y la licra es un material que estira, pero estiró tanto que al final me di cuenta que algo estaba sucediendo. Sin embargo, para ese momento ya había subido demasiados kilos.

Me estaba enfrentando a mi nueva realidad: ¡Tenía sobrepeso!

Nunca consideré esta condición porque siempre fui muy activa, fui jugadora de squash profesional, pero lo dejé cuando empecé a trabajar. Creo que mi vida comenzó a cambiar cuando mi mamá falleció. Entré en un periodo de depresión, del cual no pude salir en mucho tiempo y comencé a descuidarme.

Me di cuenta de mi sobrepeso porque la ropa ya no me entraba, me veía fea en las fotos, no quería estar en contacto con la gente, no quería salir…

Pero, aun así, lo seguí dejando. Fui y me compré ropa un poco más grande. Y la licra volvió a estirarse. Cuando esta nueva ropa tampoco me quedó, entonces ahora sí me empecé a preocupar e intenté bajar de peso, pero con la mentalidad de “a ver si bajo…”.

Mi nutrióloga trató de ayudarme con una dieta, pero, la verdad, se me hacía súper pesado. Yo trabajo de 6:00 am a 9:00 pm y tenía que organizarme para comer. Vivo sola, trabajo todo el día, tenía que ir al súper y elegir qué comprar y qué no, preparar mi comida nutritiva, lavar platos, etc… era demasiada inversión de tiempo para mí. Lo hacía 2 ó 3 veces y lo dejaba.

Además, tenía una relación que no me ayudaba. Era comer a toda hora y cualquier cosa. Subimos juntos de peso. Él subió 20 kilos. Teníamos los dos pésimos hábitos alimenticios.

Pero el sobrepeso no sólo cambió mi cuerpo, también me hacía sentir extraña, rara, con mucho letargo, me volví más huraña de lo que ya era. Yo no quería ver a nadie, llegaba al trabajo y me encerraba en la oficina y, cuando tenía que salir, rogaba para no encontrarme con nadie y parecer transparente. Hoy sé que la manera como yo me sentía era un reflejo de cómo estaba físicamente.

También arrastraba un peso emocional muy fuerte. Mi depresión y mi sobrepeso me aislaban cada vez más. Esto es como un círculo vicioso, en donde todo se va potencializando. Es como una bola de nieve: Entre más subes de peso, más te aíslas, más te dan ganas de comer por ansiedad y por depresión, y sigues subiendo de peso y se repite el ciclo.

¿Cuándo tomé la decisión de acabar con mi problema de sobrepeso?

Fue en un viaje que hicimos a Nueva Orleans por el cumpleaños de mi papá. Tomaban fotos y yo las veía y me veía fea, me veía triste, no me reconocía, no me gustaba lo que veía. En ese viaje mi hermana no estaba en su mejor forma, y aunque yo siempre fui más delgada que ella, yo me veía mucho más grande de tamaño y de edad, siendo que ella es mayor que yo por 5 años… Todo por el sobrepeso.

Y por si eso no había sido suficiente, regresando del viaje, mi papá me dijo que estaba pasada de peso, que necesitaba cuidarme. Fue entonces cuando decidí ponerle punto final a mi problema.

Me puse en manos de un psicólogo y de mi nutrióloga. A mí, sinceramente, me daban miedo las dietas porque son difíciles, porque si las dejas te dan rebote, porque a muchos no les funcionan, en fin… pero mi nutrióloga me dijo que lo intentara con un plan alimenticio que me bajaría de peso muy rápido, que usaba productos que eran alimentos completos y que me evitarían tener que ir al súper y cocinar, que eran buenos, confiables y que daban muy buenos resultados en poco tiempo.

Y, aunque un poco incrédula al principio, lo hice y me funcionó. Gracias a ellos y a mi decisión de bajar de peso, en 5 meses perdí 17 kilos y me he mantenido en este nuevo peso saludable. Realmente, vi cambios muy rápido, no sufrí rebote y me quedó gustando consumir los productos o, mejor, alimentos Cambridge.

El Plan Cambridge para bajar de peso es súper fácil y práctico de hacer. Sólo necesitas querer hacerlo. De hecho, estos productos funcionan solamente si tú estás convencida de apegarte al Plan y lo sigues al pie de la letra. A cambio, los resultados son rápidos y efectivos.

Confieso que los primeros dos días de la dieta Cambridge sufrí un poco por los antojos, pues me encanta el chocolate, pero encontré en Cambridge un producto con sabor a chocolate, que obvio no me subía de peso, y me ayudó a superar mi antojo. 

Realmente, creo que sí tienes que estar convencida de lo que tú quieres ser, del cambio que quieres tener porque bajar de peso es como renacer o volver a tener una oportunidad de vivir de una manera muy diferente. En mi caso, fueron determinantes dos cosas. La primera, mi total convencimiento de querer bajar de peso porque soy entrenadora fitness, entonces la congruencia es clave en mi trabajo y en mi vida, y la segunda, y mucho más importante que la primera, es que yo ya no me sentía bien con lo que yo era y quería regresar a ser la Lía que era antes.

Con Cambridge aprendí muchas cosas. Aprendí a comer, me resetearon la manera de ver la comida, me fui educando en la manera correcta de comer y esos son hábitos nuevos que quedaron en mí y que me ayudarán a mantenerme saludable.

Hoy, todo ha mejorado. Me siento mucho más despierta, más activa, con ganas de vivir y de salir, de convivir, mi trabajo ha mejorado muchísimo, me siento más segura. Me siento diferente como persona, veo la vida diferente, ahora sí quiero salir y presumir mi nuevo cuerpo otra vez, todo me emociona ahorita… hasta el simple hecho de ir a la esquina me emociona. Después de Cambridge, mi cuerpo cambió, por fin tengo cintura, me veo esbelta, mi cara se afiló, rejuvenecí, respiro mejor, camino mejor, me siento mejor… vivo mejor.

Ahorita, por ejemplo, puedo comer lo que yo quiera, pero lo veo de una manera más inteligente. Antes, podía comerme dos pizzas en la noche y no pasaba nada porque hacía 8 horas de ejercicio. Hoy, esas comidas poco saludables ya no se me antojan, aprendí a seleccionar mejor lo que como y le agarré un sabor diferente a la comida. Con Cambridge aprendí a valorar mucho los sabores y las texturas de los alimentos.

Y, sinceramente, ya no quiero volver a sentirme nunca más como sobrepeso. Con Cambridge aprendí a no querer regresar jamás al punto en donde estuve.

Mereces sentirte bien

Elige un estilo de vida saludable donde aprenderás a comer lo que tu cuerpo necesita, mientras pierdes peso muy rápido.