“Me siento más llena de energía y positivismo que me impulsan a continuar cuidándome”

Mi problema con el sobrepeso comenzó no hace mucho tiempo.

Durante mi adolescencia estaba conforme con mi cuerpo, ya que gozaba de una complexion delgada.

Pero al entrar a la universidad, y debido a mis malos hábitos alimenticios, comencé a ganar peso; honestamente, por falta de tiempo, no le tomaba mucha importancia a la manera en que me “cuidaba”.

Esta situación empeoró ya estando en mi actual vida laboral; desgraciadamente no todos nos damos el espacio para alimentarnos correctamente y, como la mayoría de las personas, pensaba que no me iba a causar problemas a largo plazo, por ser una persona joven.

Hasta que un día, me vi en el espejo y para nada me gustó lo que vi.

Me puse a pensar en mi salud, en mi futuro. Desde ese momento comencé a percatarme de que algo no andaba del todo bien.

La ropa que me gustaba no me lucía bien, y por ende no me sentia bien conmigo misma.

Al fin me di cuenta que debía hacer un cambio en cuanto a mi imagen, principalmente, ya que entre mis interéses (como en los de cualquier joven de mi edad)

estaba el ser aceptada socialmente y relacionarme tanto por mujeres como hombres.

Supe de Cambridge Weight Plan gracias a una amistad, y como vi resultados realmente íncreibles, por supuesto no dudé en ponerlo a prueba.

Al principio no me fue fácil, sobre todo con el ritmo de vida tan agitado que llevo, y en parte, nunca me había limitado en cuestion de cantidades y alimentos por lo que requerí de mucha disciplina para llegar a mi peso ideal.

Afortunadamente también conté con el apoyo (mayormente) por parte de amistades y ahora es casi inercia cuidar mi alimentación; aunque a veces es casi imposible, procuro comer a mis horas, me mido en las cantidades y, sobre todo, evito a toda costa la comida “chatarra”.

Me siento bien, me veo bien y mi cambio físico, así como el mental, me hacen sentir totalmente renovada.

Recibo cumplidos, halagos, y muchos buenos comentarios acerca de mi repentina pérdida de peso.

Me siento más llena de energía y positivismo que me impulsan a continuar cuidándome y, ¿por qué no? Aconsejar a los que me rodean para que sigan mis pasos.